El sol emite una sucesión de partículas energéticas: Los fotones. El fotón, en su vibración y desplazamiento, crea una onda. La longitud de onda es la distancia que separa dos máximos y su unidad es el nanómetro = 1/1.000.000.000 m.
La luz solar se descompone en diversas longitudes de onda, de las cuales tres llegan al planeta Tierra.
La energía de estas radiaciones es inversamente proporcional a su longitud de onda. Es decir: cuanto más corta es esta longitud más energía tiene.
TIPOS DE RADIACIONES
Ultravioleta (efecto biológico): según su longitud de onda, podemos distinguir tres grandes zonas de radiaciones ultravioletas:
• UVC: entre 200 y 280 nm. No llegan a la superficie de la Tierra. Son muy peligrosas para el hombre y las absorbe la capa de ozono de la atmósfera.
• UVB: entre 280 y 320 nm. Son muy energéticas y responsables del eritema. Penetran a nivel epidérmico y provocan el bronceado de la piel.
• UVA: entre 320 y 400 nm. Entre el 30 y el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la dermis y son más perjudiciales que los UVB porque tienen menor energía. Son los responsables del envejecimiento de la piel y del melanoma.
Visible (efecto luminoso): penetran hasta la hipodermis.
Infrarroja (efecto calorífico): penetran hasta la hipodermis y seguramente también provocan vasodilatación.
Si hemos dicho que cuanto más corta es la onda más intensa es la energía, los rayos UVC son los más energéticos, pero los detiene la capa de ozono, situada a unos 30 km de distancia de la Tierra. Si bien es cierto que los UVC no llegan a la superficie terrestre, todos sabemos que la capa de ozono está seriamente amenazada por las emisiones de CFC y que la tendencia general observada es de una disminución del 0,5% anual.
Una razón más para ir con mucho cuidado con el sol.
La luz solar se descompone en diversas longitudes de onda, de las cuales tres llegan al planeta Tierra.
La energía de estas radiaciones es inversamente proporcional a su longitud de onda. Es decir: cuanto más corta es esta longitud más energía tiene.
TIPOS DE RADIACIONES
Ultravioleta (efecto biológico): según su longitud de onda, podemos distinguir tres grandes zonas de radiaciones ultravioletas:
• UVC: entre 200 y 280 nm. No llegan a la superficie de la Tierra. Son muy peligrosas para el hombre y las absorbe la capa de ozono de la atmósfera.
• UVB: entre 280 y 320 nm. Son muy energéticas y responsables del eritema. Penetran a nivel epidérmico y provocan el bronceado de la piel.
• UVA: entre 320 y 400 nm. Entre el 30 y el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la dermis y son más perjudiciales que los UVB porque tienen menor energía. Son los responsables del envejecimiento de la piel y del melanoma.
Visible (efecto luminoso): penetran hasta la hipodermis.
Infrarroja (efecto calorífico): penetran hasta la hipodermis y seguramente también provocan vasodilatación.
Si hemos dicho que cuanto más corta es la onda más intensa es la energía, los rayos UVC son los más energéticos, pero los detiene la capa de ozono, situada a unos 30 km de distancia de la Tierra. Si bien es cierto que los UVC no llegan a la superficie terrestre, todos sabemos que la capa de ozono está seriamente amenazada por las emisiones de CFC y que la tendencia general observada es de una disminución del 0,5% anual.
Una razón más para ir con mucho cuidado con el sol.